En 1952, la investigadora británica Rosalind Franklin obtenía una imagen del ADN mediante técnicas de rayos X, que fue clave para demostrar por primera vez cómo debía ser su estructura, que hasta entonces era un misterio. Hoy en día, los científicos investigan cómo editar el ADN para corregir errores y curar enfermedades de origen genético. Los avances en el estudio del ADN nos permiten conocer desde qué ocurrió en la tierra hace millones de años hasta predecir qué enfermedades genéticas podrían heredar nuestra descendencia.